Thelma & Louise (Película): mis bandidas favoritas

En una maratónica jornada provocada por el insomnio, vi cuatro películas la noche del pasado viernes. No era mi intención, en verdad, pero me senté a ver una película que me pareció un poco decepcionante y para no quedar con mal sabor, puse otra que me mantuvo despierto dos horas más. Con nada de sueño, a las tres de la mañana escogí una película que tenía pendiente hace mucho tiempo, que me mantuvo aún más despierto hasta pasadas las cinco y sobre la cual les hablaré hoy.

Se trata del drama de 1991, Thelma & Louise, una referencia universal sobre los road trips y el cine de lo años noventa. Thelma Dickinson (Geena Davis), es una ama de casa con una vida vacía y asfixiante bajo el yugo de su detestable esposo que abusa de ella emocional y verbalmente; la trata como a una niña, con algo de razón, porque Thelma se casó con el siendo muy joven y como ha vivido un poco aislada del mundo, carece de malicia y no sabe cómo actuar en ciertas situaciones. Su mejor amiga, Louise Sawyer (Susan Sarandon) trabaja como camarera en una cafetería y la invita a hacer un viaje juntas a una cabaña que le han prestado, para alejarse de la rutina mortal de sus vidas llenas de decepciones. Las mujeres que nos presentan al inicio de la trama (Louise alegre de marcharse un par de días y una Thelma que por no saber cómo avisar a su marido sobre su viaje, prefiere no contarle) no serán las mismas que veremos al final.

Porque lo que prometía ser un viaje libre, plagado de diversión, se tuerce antes de llegar a su destino y las cosas comienzan a salirse de control gradualmente. En un bar en el que se detienen a tomar un par de tragos y a comer algo, la ingenua Thelma es abordada por un hombre que después de beber y bailar con ella, la lleva al estacionamiento y comienza a propasarse con ella. Pudo haberla violado, de hecho lo estaba haciendo, cuando Louise apareció, sosteniendo el revólver que Thelma había empacado (no soportaba las armas, pero su marido se la había regalado y ella la llevó por su acaso). Louise rescata a su amiga, pide al sujeto marcharse y todo habría salido bien si él no la hubiera ofendido y ella no hubiera halado el gatillo. Incluso, si le hubiera disparado sin matarlo. Pero el hombre cae muerto y las breves vacaciones se convierten en una cadena de eventos dramáticos y una huida sobre ruedas hacia la frontera.

Ahora bien, las chicas podían haber denunciado la violación y alegar defensa propia, ¿cierto? pero como le dice Louise a su amiga, ¿quién iba a creerles? Decenas de personas habían visto a Thelma bailar con el sujeto, beber con él y salir al estacionamiento, seguramente iban a decir que ella se lo había buscado y con la seguridad del trato injusto que recibirían, Louise (Thelma no puede pensar nada en ese momento) decide no acudir a la policía. Y es aquí en donde la película deja de ser sólo otra persecución más, porque las acciones de las chicas, incluso desde la idea inicial del viaje, van motivadas por una sociedad patriarcal que menosprecia y pisotea la condición de las mujeres, rebajándolas a objetos sexuales y máquinas de procreación. Los hombres no las han tratado bien. Abusos verbales, emocionales, físicos, el uso de un lenguaje soez y vulgar, gestos obscenos y todo tipo de perjuicios son padecidos por las protagonistas y perpetrados por hombres. Desde sus parejas hasta un conductor que, en la carretera y al volante de una gandola, las aborda en la vía, los hombres reflejan una realidad nada envidiable para las mujeres que, desafortunadamente, no ha cambiado mucho a pesar del paso del tiempo.

Por otro lado, las mujeres se ven siempre forzadas a actuar mal. No son malas personas, no desean hacer daño a nadie, pero aquel sujeto provocó que Louise le disparase; un joven seductor que recogen por la vía y que se enreda con Thelma, huye con todo el dinero que Louise había retirado del banco para huir las dos hasta México, obligándolas a tener que asaltar un comercio en busca de dinero; el obsceno conductor mencionado antes las ofende, se propasa con ellas y las chicas, a estas alturas ya con una actitud más libre y poco conservadora, sin ganas de soportar más esos tratos e imbuidas por el poder que les ha otorgado su brevísima carrera delictiva, hacen estallar la carga del hombre. Todas estas experiencias las van transformando, especialmente a Thelma, sumisa e inocente al inicio y decidida hacia el final. En un punto de la cinta, la hermosa mujer le confiesa a su amiga que siente que se le da bien esto de la criminalidad y en bromas le dice haber hallado su vocación.

El único hombre que parece querer ayudar a las chicas es el policía (Harvey Kittel) que investiga el asesinato del sujeto del bar y que al principio sólo quiere interrogarlas, pero a medida que la lista de crímenes se va alargando (homicidio, asalto a mano armada, robo, destrucción de propiedad, ataque a un oficial de policía), se le hace imposible convencer a sus superiores de que Thelma y Louise son más víctimas que victimarias y las autoridades y los medios comienzan a catalogarlas como "salvajes y peligrosas". El detective quiere hablar con ellas antes de que suceda alguna tragedia, pero ¿llegará a tiempo? La película tiene un gran ritmo narrativo, alternando momentos trepidantes con secuencias más tranquilas en las que además del encanto de Thelma y Louise, un tercer elemento comienza a convertirse en protagonista de la historia: la carretera.

Los paisajes desérticos del estado de Texas, la majestuosidad del gran cañón y los caminos secundarios hacen de telón de fondo perfecto para la evolución de la historia, ya que además de la conducción del descapotable de Louise, las mujeres se encuentran en un viaje de transformación del que ya no habrá vuelta atrás porque no pueden dejar de ser quienes son.

El reparto incluye además a un joven Brad Pitt, la música estuvo a cargo nada más y nada menos que del hoy ganador del Oscar Hans Zimmer (Inception, Interstellar) y la dirección en manos de Ridley Scott (Alien, Gladiator, The martian); todo ello, sumado a un guión que obtuvo el único premio de la academia de entre seis nominaciones y a las soberbias actuaciones de Geena Davis y Susan Sarandon, conforman una película increíble, considerada un clásico de los road trips, de las cintas criminales y en especial, del empoderamiento femenino, pues con su viaje, la huida y la evolución en su actitud frente a una sociedad machista, las estelares amigas hablan también por las mujeres infravaloradas de entonces y de ahora porque el tema sigue vigente. Sin querer hacer una segregación de género, aunque recomiendo esta película a todo el mundo, quiero recomendársela especialmente a las mujeres que podrán disfrutar de una película de acción, atracos, explosiones y robos perpetrados por dos amas de casa nada convencionales que son además una oda a la amistad, ¿no es como para verla varias veces?

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