
Fuente
Peregrina
cargando en una mochila al mundo
y sin tener un rumbo fijo
detiene con un dedo al viento
y a veces al tiempo también
sobre aguas lentas sin marea
sobre pares de líneas eternas
o trazando el camino con los pies
y a veces también con la piel
atrapando con sus pestañas al tiempo
grabando en la memoria
el estruendo o el susurro de momentos
que no puede detener
mientras recorre lo externo
busca su reflejo en mil ojos ajenos
tratando de saber quien es
o quien ya no
para ser primavera
y para evitar el otoño
le apuesta a un verano
que no va a volver
aunque grita por dentro
buscando por todas partes
el señalamiento
con su nombre escrito en él


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