An incredible journey through the work of one of the most important content creators of recent times that I hope you enjoy as much as I did.
Un increíble viaje a través del trabajo de uno de los creadores de contenido, más importante de los ultimos tiempos, que espero disfruten tanto, como yo lo he hecho.
Before Ryan Murphy brought the story of countless gay characters to the small screen, there was a producer who fought with television networks to include such characters in their productions. Openly gay in a difficult time to be gay, Darren Star made a name for himself when the circumstances were not exactly ideal.
With Beverly Hills, 90210, he began, a trail of success in 1990. Although the show was intended to depict the adventures of a group of teenagers, it initially failed to engage the audience. After being renewed for a second season, Darren would reap many accolades and a total of 10 years on the air with his mythical nineties series. His particular stamp: to give a different point of view to human relationships.
Melrose Place, would arrive in 1992. With this series he would boast of putting for the first time two men kissing, but the ultra-conservative American network, Fox, would end up censoring it. However, with this series he would eventually reap another success that remained on screen until 1999. A new millennium would arrive and a consecrated Star would be carried away by the HBO alternative.
In 1998, his big bet was born and one of my favorite series of which I have proposed to do a complete post very soon: Sex and The City. In a network where there were no content limitations and where he could give free rein to his creative capacity, a challenging bet was born where a group of women shared their sexual experiences from New York. With a script based on Candace Bushnell's novel of the same name, she managed to reach the top of cable television.
Antes de que Ryan Murphy llevara a la pantalla chica, la historia de incontables personajes homosexuales, había un productor que peleaba con las cadenas de televisión para incluir a este tipo de personajes en sus producciones. Abiertamente gay, en una época difícil para serlo, Darren Star se hizo un nombre cuando las circunstancias no eran precisamente las más idóneas.
Con Beverly Hills, 90210, comenzó, una estela de éxitos en 1990. Aunque el programa fue pensado para describir las peripecias de un grupo de adolescentes, en un principio no consiguió enganchar a la audiencia. Después de ser renovada para una segunda temporada, Darren cosecharía muchos elogios y un total de 10 años al aire con su mítica serie noventera. Su sello particular: dar un punto de vista diferente a las relaciones humanas.
Melrose Place, llegaría en 1992. Con esta serie se jactaría de poner por primera vez a dos hombres besándose, pero la ultraconservadora cadena estadounidense, Fox, terminaría por censurarlo. Sin embargo, con esta serie cosecharía a la postre otro éxito que se mantuvo en pantalla hasta 1999. Un nuevo milenio llegaría y un consagrado Star, se dejaría llevar por la alternativa HBO.
En 1998, nace su gran apuesta y una de mis series favoritas de las que me he propuesto hacer un post completo muy pronto: Sex and The City. En una cadena en donde no iba a tener limitaciones de contenido y podía dar rienda suelta a su capacidad creativa; así nació una apuesta desafiante donde un grupo de mujeres compartían sus experiencias sexuales desde Nueva York. Con un guion basado en la novela homónima de Candace Bushnell, logró alcanzar la cima en la televisión por cable.
"Throughout my career, from '90210' to 'Melrose Place,' 'Sex and the City' and 'Younger' these are people I know and experiences I've had and also experiences I can draw from personally. On top of that, emotionally, I can really understand who these characters are, because I've lived these experiences myself to some extent," he said in an interview for Variety.
The formula for success always seems to work for him. Even though television has always been absurdly behind the times in terms of cultural change. In today's world where streaming systems are practically our first source of mass consumption when it comes to content, Darren Star has tried his hand at several productions you may have heard of. The first of these is called "Emily in Paris."
The series, which is based entirely on Darren's personal experiences, immediately became a hit when it was released in October 2020. Following the same formula, an American journalist arrives in the Gallic city to experiment a bit with her bachelorhood, sex and cultural change. Although a bit fanciful for my taste, it's a guilty pleasure that entertains from minute one.
But, with so many stories of empowered women, it was about time to tell a story with gay characters. And what better than to have the incredible Neil Patrick Harris in the cast, to tell a story that reminds us of the mythical "Sex in the city", but with some modern touches and a lot of fun. The series has gone unnoticed, a pity, being this an entertaining and fairly easy to digest series.
A mature man is left alone after his partner of 17 years tells him she is leaving him, without further explanation. This makes us enjoy an incredible journey, through spite and the relativity of life. Michael (Harris) and his friends are a wonderful representation of a part of the LGBTQI+ community that has not had a place on screen until now. "Uncoupled" is touching, funny and quite vindicating. And anyone who sees it recognizes Darren's stamp.
“A lo largo de mi carrera, desde '90210' hasta 'Melrose Place', 'Sex and the City' y 'Younger' estas son personas que conozco y experiencias que he tenido y además son vivencias en las que me puedo inspirar personalmente. Por si fuera poco, emocionalmente, realmente puedo entender quiénes son estos personajes, porque yo mismo he vivido estas experiencias hasta cierto punto” dijo en una entrevista para Variety.
La fórmula para el éxito parece siempre funcionarle. A pesar de que la televisión siempre ha estado absurdamente atrasada en cuanto a cambios culturales. En un mundo actual donde los sistemas de streaming son prácticamente nuestra primera fuente de consumo masivo en cuanto a contenido, Darren Star ha probado suerte con varias sendas producciones que quizás hayas escuchado. La primera de ellas se llama “Emily en París”.
La serie, que está basada completamente en experiencias personales de Darren, se convirtió de inmediato en un éxito cuando fue estrenada en octubre de 2020. Siguiendo la misma fórmula, una periodista estadounidense llega a la ciudad gala para experimentar un poco con su soltería, el sexo y el cambio cultural. Aunque un poco fantasiosa para mi gusto, es un gusto culposo que entretiene desde el minuto uno.
Pero, con tantas historias de mujeres empoderadas, ya era hora de contar una historia con personajes homosexuales. Y qué mejor que contar en el cast con el increíble Neil Patrick Harris, para relatar una historia que nos hace recordar a la mítica “Sex in the city”, pero con ciertos toques modernos y mucha diversión. La serie ha pasado desapercibida, una lástima, siendo esta una serie amena y bastante fácil de digerir.
Un hombre maduro se queda solo después de que su pareja de 17 años le dice que lo deja, sin más explicaciones al respecto. Esto nos hace disfrutar de un viaje increíble, a través del despecho y la relatividad de la vida. Michael (Harris) y sus amigos, son una representación maravillosa de una parte de la comunidad LGBTQI+ que hasta ahora no había tenido un lugar en la pantalla. “Uncoupled” es emotiva, graciosa y bastante reivindicativa. Y quien la ve reconoce el sello de Darren.
"It's about a couple who happen to be gay, but it's really about the universality of relationships, and I think I hope it's a very modern and identifiable series" Darren would also tell Variety. A universality that gives it that je ne sais quoi touch, which Sex in the City also boasted. The stories told by this producer are personal, nourished by his experience, his expertise, and I think this is the secret.
We find things that could happen to all of us in his series. After a few years, we can say that he has achieved his goal, bringing us a series that anyone, regardless of their gender, could identify with. And this, I think Darren, has been able to capitalize on over the years.
A hallmark with a formula that, far from running out, renews itself and becomes more and more seductive. This year, for example, he has returned to HBO, this time turned into a successful streaming system, to present us with a renewed version of Sex in the city, with "And Just Like that..." and although it is not one of my favorite returns, surely this genius of television success will manage to catch me with another season of some of his most personal experiences.
“Se trata de una pareja que resulta ser gay, pero en realidad se trata de la universalidad de las relaciones, y creo que espero que sea una serie muy moderna e identificable” también le diría Darren a Variety. Una universalidad que le otorga ese toque je ne sais quoi, que también presumía Sex in the City. Las historias que cuenta ese productor son personales, se nutren de su experiencia, su pericia y esto creo que es el secreto.
Encontramos cosas que nos podrían pasar a todos en sus series. Después de unos cuantos años, podemos decir que ha logrado su cometido, trayéndonos una serie con la que cualquiera, sin importar su género, se podría identificar. Y a esto, creo que Darren, le ha sabido sacar provecho a lo largo de los años.
Un sello distintivo con una fórmula que, lejos de agotarse, se renueva y se hace cada vez más seductora. Este año, por ejemplo, ha vuelto a HBO, esta vez convertido en un exitoso sistema de streaming, para presentarnos una versión renovada de Sex in the city, con “And Just Like that…” y aunque no es de mis regresos favoritos, seguramente este genio del éxito televisivo lograra atraparme con otra temporada de alguna de sus experiencias más personales.
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