
Foto de Kelly Sikkema en Unsplash
«Sólo comprendemos aquellas preguntas que podemos responder».
«We only understand those questions that we can answer».
— Friedrich Nietzsche

E S P A Ñ O L
TERCERA PARTE
Oscura sensación
Irene seguía desaparecida y no había pistas relevantes sobre su paradero. Su prometido: Donovan Taylor, ha viajado a Austria; país donde desapareció, específicamente en Graz, capital de la Provincia de Estiria. Victoria Kuffner, la mujer que invitó a Irene a su casa, era una gran coleccionista de objetos antiguos, y, uno en particular, llamó la atención de Irene. Esta mujer sabe más de lo que dice, Donovan lo sospechó desde la primera vez que habló con ella por teléfono, y ahora pudo ver con sus propios ojos una situación extraña.
Antiguamente, en el lugar indicado por Lucas Steiner, se hacían cultos para adorar a las deidades paganas precristianas. Se dice también que allí se adoraba a Perchta, una entidad que ha estado rondando la mente de Donovan y que tiene relación con la desaparición de Irene. Victoria parece tener algún tipo de vínculo, pues, lo que había vislumbrado Donovan en ese sitio, lo dejó asombrado y confundido.
Para evitar ser descubierto, tomó el camino de regreso a Graz, llegó hasta la casa de la señora Victoria y se encerró en la habitación donde se hospedaba. Le dolía la cabeza, no sabía que pensar y se hacía preguntas: «¿Qué rayos acabo de ver?», se flagelaba intensamente con la imagen de Victoria vestida con una toga blanca de seda, en un lugar extraño para él, quizás no para los habitantes de la provincia, pero la casualidad se convertía en una tortura; ir a uno de los lugares que seguro Irene frecuentaba y ver a esa mujer allí, fue un golpe duro de reflexiones.
Como estaba cansado, se quedó dormido, no supo cuánto tiempo exactamente, pero despertó de repente, después de haber tenido un sueño extraño con huesos, fogatas y cuchillos. Pudo percibir la voz de Victoria hablándole a Greta. Salió despacio, sin hacer mucho ruido, imaginó que ambas pensaban que él aún seguía descansado. Se deslizó por el pasillo hasta el principio de la escalera, y pudo atisbar a ambas cerca de la entrada de la casa conversar normalmente.
—Si siguen pasando los días así, creo que mi humor puede cambiar drásticamente. —Dijo Victoria antes de sorber una taza con té que le había preparado Greta.
—No te preocupes, las cosas serán como antes, —expresó Greta en tono suave—, pronto llegarán los Elven y debemos tener todo listo. Las chicas están casi preparadas, pero debemos resolver esta situación cuanto antes.
—Lo sé, solo quiero que este británico se vaya cuanto antes, me pone los pelos de punta pensar en lo que pueda descubrir.
—Tranquila, solo tienes que seguir dándole pistas falsas, mientras nos concentramos en el verdadero objetivo.
Donovan no sabía que pensar, con los ojos desorbitados y silencioso, se retiró de nuevo a la habitación. Una vez encerrado, trató de reflexionar sobre lo que acabó de escuchar. Parecía que hablaban de algún plan que estaban elaborando, y mencionaron a unos tales «Elven», otra palabra originaria de la mitología y el folclore germánico. ¿Qué estaba pasando en realidad? ¿Cuántas personas más están involucradas? ¿Tendrá esto que ver con la desaparición de Irene? ¿Acaso Victoria y Greta son autoras de su desaparición?
Donovan no sabía que pensar, pero tampoco podía quedarse de brazos cruzados y simplemente pasmarse sin hacer nada. Tomó su celular e intentó llamar a un amigo en Londres, pero antes de poder hacerlo, logró vislumbrar un trozo de tela que sobresalía del pie de la cama. No lo había notado antes, pues, poco permanecía en la habitación; además de que era muy oscura.
Al descubrirlo, encontró dos trozos de papel manchados con tonos marrón; quizás por la erosión o por gotas de café. Había diferentes nombres: Lieben, Koromla, Todesco y Kuffner; el apellido de Victoria al final. En otro papel mencionaba otra cosa: Casa Rothschild; esta quizás se deba a un lugar en específico. No había nada más escrito, por lo que Donovan solo se concentró en la dichosa Casa Rothschild, donde quizás Irene fue para allá.
Sin perder tiempo, buscó por internet los supuestos lugares donde se encontraba. Al bajar las escaleras rápido, Victoria lo detuvo para hablar con él.
—¡Donovan, querido! ¿A dónde vas con tanta prisa?
El pobre hombre quedó estupefacto, no sabía cómo reaccionar o responder. Tragó saliva, y como un destello de luz a su inteligencia, encontró la excusa perfecta para poder salir.
—Voy a ver al señor Steiner de nuevo, —respondió—, olvidé preguntarle varias cosas.
—Oh, está bien, entonces te espero más tarde para el almuerzo. Que tengas mucha suerte.
«¿Suerte? Seguro quieres verme muerto, mentirosa», pensó, mientras se despedía de Victoria y cruzaba los límites de la puerta. Al estar en la calle, caminó unas cuantas cuadras y comenzó a sentir el frío de la ciudad. Los coloridos edificios lo llevaron a los pies de una casa de tres pisos, cuyas rejas exteriores se veían recién pintadas. El nombre de la casa decía Rothschild, pensó que estaba en el lugar correcto, pero al tocar el timbre varias veces, nadie abrió. Miró hacia atrás y quiso marcharse, sin embargo, un hombre extraño y de baja estatura se le acercó de repente y comenzó a hablarle.
—Ey, amigo, ¿vienes a la reunión del camposanto?
Donovan se quedó atónito y confundido, sin saber que responder.
—¿No?, es una pena, pensé que tendría a alguien con quien hablar.
El sujeto sacó una pequeña varilla electrificada que empleó con Donovan y este se desmayó.
—Dulce sueños, amigo, nos vemos adentro en un rato…
CONTINUARÁ...
E N G L I S H
THIRD PART
Dark sensation
Irene was still missing and there were no relevant clues as to her whereabouts. Her fiancé: Donovan Taylor, had traveled to Austria; the country where she disappeared, specifically in Graz, capital of the Styria Province. Victoria Kuffner, the woman who invited Irene to her home, was a great collector of antique objects, and, one in particular, caught Irene's attention. This woman knows more than she's saying, Donovan suspected it from the first time he spoke to her on the phone, and now he could see with his own eyes a strange situation.
In the old days, in the place indicated by Lucas Steiner, cults were held to worship pre-Christian pagan deities. It is also said that Perchta was worshipped there, an entity that has been haunting Donovan's mind and is related to Irene's disappearance. Victoria seems to have some kind of link, for, what Donovan had glimpsed at that site, left him astonished and confused.
To avoid being discovered, he took the road back to Graz, arrived at Victoria's house and locked himself in the room where he was staying. His head ached, he did not know what to think and asked himself questions, "What on earth did I just see?", he flagellated himself intensely with the image of Victoria dressed in a white silk gown, in a strange place for him, perhaps not for the inhabitants of the province, but the coincidence became a torture; going to one of the places that Irene surely frequented and seeing that woman there, was a hard blow of reflections.
As he was tired, he fell asleep, he did not know how long exactly, but he woke up suddenly, after having had a strange dream with bones, bonfires and knives. He could hear Victoria's voice speaking to Greta. He walked out slowly, not making much noise, he figured they both thought he was still rested. He crept down the hallway to the top of the stairs, and caught a glimpse of the two of them near the entrance to the house conversing normally.
-If the days keep passing like this, I think my mood may change drastically. -Victoria said before sipping a cup of tea Greta had prepared for her.
-Don't worry, things will be like before, -Greta expressed in a soft tone, -soon the Elven will arrive and we must have everything ready. The girls are almost ready, but we must resolve this situation as soon as possible.
-I know, I just want this Brit to leave as soon as possible, it makes my hair stand on end thinking about what he might find out.
-I know, I just want this Brit out of here as soon as possible, it makes my hair stand on end thinking about what he might find out.
Donovan didn't know what to think, wild-eyed and silent, he retreated back to the room. Once locked in, he tried to reflect on what he had just heard. It seemed that they were talking about some plan they were working on, and they mentioned some "Elven", another word originating from Germanic mythology and folklore. What was really going on? How many more people were involved? Would this have something to do with Irene's disappearance? Were Victoria and Greta the authors of her disappearance?
Donovan didn't know what to think, but he couldn't just sit idly by and do nothing. He grabbed his cell phone and tried to call a friend in London, but before he could do so, he caught a glimpse of a piece of cloth sticking out of the foot of the bed. He had not noticed it before, as, little remained in the room; besides, it was very dark.
On discovering it, he found two pieces of paper stained with shades of brown; perhaps from erosion or coffee drops. There were different names: Lieben, Koromla, Todesco and Kuffner; Victoria's last name at the end. On another piece of paper it mentioned something else: Rothschild House; this one might be due to a specific place. There was nothing else written, so Donovan just focused on the said Rothschild House, where perhaps Irene went there.
Wasting no time, he searched the internet for the supposed locations. As he hurried down the stairs, Victoria stopped him to talk to him.
-Donovan, dear! Where are you going in such a hurry?
The poor man was stunned, he didn't know how to react or respond. He swallowed hard, and like a flash of light to his intelligence, he found the perfect excuse to get out.
-I'm going to see Mr. Steiner again," he replied, "I forgot to ask him several questions.
-Oh, all right, then I'll expect you later for lunch. Good luck to you.
"Good luck? You sure want to see me dead, liar," he thought, as he said goodbye to Victoria and walked through the confines of the gate. As he stood on the street, he walked a few blocks and began to feel the chill of the city. The colorful buildings brought him to the foot of a three-story house, whose exterior railings looked freshly painted. The name of the house read Rothschild, he thought he was in the right place, but when he rang the doorbell several times, no one opened. He looked back and wanted to leave, however, a strange, short man suddenly approached him and started talking to him.
-Hey, buddy, are you coming to the cemetery meeting?
Donovan was stunned and confused, not knowing what to say.
-No, it's a shame, I thought I'd have someone to talk to.
The guy pulled out a small electrified wand and used it on Donovan, who fainted.
-Sweet dreams, my friend, see you inside in a little while....
TO BE CONTINUED...

Escrito por @universoperdido. 9 de mayo del 2022
Written by @universoperdido. May 9, 2022

Previous chapters | Capítulos anteriores
![]() | |
|---|---|
![]() |


¿Eres escritor? ¿No encuentras un lugar adecuado para colocar tus trabajos literarios? Unete a Literatos, una comunidad en Hive donde puedes publicar tus cuentos, poemas, ensayos literarios y novelas inéditos de tu propia autoría.


