Una hermosa exposición llena de color.

Sala de exposición Malagana, Centro Cultural.

Museo del Oro.

Santiago de Cali - Colombia.

Todo la informacion aqui presentada es suministrada por representastes del museo del oro.

Fotografía por James V. Machado © 2018.

Las indígenas gunas de Urabá en Colombia y de la costa atlántica en Panamá cosen desde niñas estos coloridos y audaces diseños para sus blusas.

Fotografía por James V. Machado © 2018.

Oro y Plata, los cimientos de la madre tierra.

“En medio de la oscuridad, los creadores Nana Dummadi, Madre Grande y Baba Dummandi, Padre Grande, se dispusieron a formar la madre tierra. Para sostenerla, Baba puso los fundamentos de oro y Nana de plata”.

Mitología gunadula.

Un colorido trabajo con el que las mujeres gunadules (cunas) de Colombia y Panamá identifican sus blusas, un arte con el cual describen el mundo que las rodea. Estas mujeres son las artífices de la molas y las visten en su pecho, cosidas a sus blusas. Ellas son las custodias de una técnica extraordinaria, compleja y ancestral. Los gunadules, que habitan en diferentes zonas de Colombia y Panamá, son hoy cerca de setenta mil. Solo dos mil viven en los departamentos colombianos de Chocó y Antioquia, el territorio de sus historias de origen.

Las molas de protección tienen una cualidad vibrátil que marea, distrae y confunde a cualquier enemigo que amenace a las mujeres. Así, protege a la mujer guanadule, fuente de la fertilidad y salvaguarda de la tradición.

Fotografía por James V. Machado © 2018.

El viaje de Nagegiryay.

Las molas han estado entre los gunadules desde el principio d elos tiempos. Sus diseños y la técnica para hacerlas estaban guardados en los galus, lugares sagrados que existen en las distintas capas del universo. Muchos Neles, lideres espirituales de los gunadules, intentaron viajara los galus, pero las especialistas de las tijeras, mujeres muy bellas que los protegían, no le permitieron la entrada.

Solo Nagegiryai, una mujer nele, pudo entrar. Viajo primero al galu Sabbimolanamaggale donde vio diseños cambiantes como las nubes del cielo. Una y otra vez iba y venía para ensenar la pintura que veía sobre los arboles y el cuerpos de las mujeres jóvenes. En otro viaje llego al galu Dugbis donde aprendio la escritura de las molas.

Sentada sobre su hamaca y peinando su pelo liso y largo, Nagegiryai enseno con sus cantos esta escritura a las mujeres gunadules.

Fotografía: los indígenas gunadules.

por James V. Machado © 2018.

Las capas del universo.

Las molas que las mujeres llevan en sus blusas imitan la estructura del universo. Para los gunadules el universo es como decir un calabazo con una serie de capas superpuestas en su interior. Esas capas que lo sostienen son de oro y están cubiertas por muchos tipos de flores.

Los gunadules viven en la capa superior.

Fotografía: Las Molas de protección.

por James V. Machado © 2018.

La escritura de las molas de protección

La vibración de los diseños se logra mediante líneas paralelas quebradas y la cercanía de colores complementarios.

Diseño de cerámica prehispánica Coclé.

Fotografía por James V. Machado © 2018.

Las molas y la cerámica prehispánica comparten el diseño conocido como quincunce. Esta formado por un punto central que se proyecta hacia los cuatro puntos cardinales.

Fotografía por James V. Machado © 2018.

La mujer y la mola

La mola se hace entre diversas tareas y mientras el tiempo pasa, durante la cocción de los alimentos o el cuidado de los niños. También hay momentos dedicados especialmente a su elaboración, como cuando se preparan los rituales de pubertad de las jóvenes o se asiste a los congresos de la comunidad.

Dependiendo de ello, una mujer puede demorarse entre cinco y siete días haciendo una mola.

Fotografía por James V. Machado © 2018.

Fotografía: los indígenas gunadules.

por Jennyfer Lucena © 2018.

Fotografía: Jennylu y las indígenas gunas.

por James V. Machado © 2018.

jennylu