Lo que quedó de mí | Poesías ocultas III

^{Lo que quedó de mí, fué la triste antología de un cielo gris,
fueron los cristales rotos de la ventana de mi alma,
la frágil y tenue marca de uñas en mis palmas,
fue el oxidado sabor de la felicidad entre mis labios}

^{Lo poco que quedó de mí al caer la noche tan cruda y vil
no fué más que un montón de palabras sin pronunciar
o quizás absurdos colores en un lienzo sin pintar,
fué el inherente eco de mi alma al sufrir}

^{Sin atajos, sin trucos, no hubo manera de resarcir,
ya no podía volver atrás y recuperar lo que se llevó el mar,
todo había acabado, como flores que no podían marchitar más,
lo que quedo de mí, después de ti, fué una maldita vida sin vivir.}

En la hecatombe de mi vida, un día decidí dejar morir lo poco que quedaba de mí en un puño de letras que carecen de significado ahora pero que en su momento, y quizás en un tiempo, vuelvan a hacer sangrar un poco a mi alma, porque por vidas como esta es que a veces no se quiere vivir.