
No quería dejar pasar esta semana sin participar en este agradable reto que cada semana organiza @pavelnunez
Desde que vi la intención de esta semana: “enseñar”, no he dejado de pensar en ello. Este verbo tiene dos significados, mostrar o explicar procedimientos para realizar algo.
Recordé una estrella de pitillos que hice para alguna navidad, unas pulseras tejidas con mostacillas, pero para ello necesito la cámara fotográfica. No quería ser reiterativa con mis clases de castellano, hasta que hoy decidí hacerlo sobre algo sencillo.

Asada o frita es sinónimo de venezolanidad por ello, aunque sé que hay muchos venezolanos en este reto y sé además, que muchos tendrán su propio método, yo les voy a compartir con lujo de detalles para que los que estén en otras latitudes entiendan todo lo que acompaña a este rico manjar.
Un par de zapatos de suela ancha, evite las sandalias, no sea terco.
Un paraguas
Una botella plástica donde incluirá: medio litro de paciencia y medio litro de estoicismo, complete con agua hasta tener litro y medio y tome sorbos cada quince minutos o cuando sienta que las fuerzas le fallan. Evite deshidratarse o descompensarse.
Dos o tres tarjetas de debido de bancos diferentes, por supuesto con fondo suficiente.
Antes de salir de su casa embadúrnese de protector solar, (por favor) y salga muy temprano, lleve su propia bolsa, además de los ingredientes antes descritos y dedíquese a caminar, lo más rápido que pueda, para que le rinda el tiempo y recorra, una a una, las diferentes cuevas donde venden alimentos, hasta que consiga una que tenga harina precocida con el precio menos exorbitante.
Una vez resuelto lo del lugar, ubíquese en su puesto y espere su turno. Seguramente tendrá que hacer cola.

Mientras espera, rece para que cuando llegue su turno aún quede existencia del producto y aproveche de pedir también con mucha fe, que le pase alguna de las tarjetas. Cuando obtenga su lingote amarillo, colóquelo con cuidado en la bolsa y resígnese a contestar amablemente a todo el que le pregunte dónde y a qué precio lo consiguió.
Una vez en su casa, ahora sí, coloque parte de la preciada harina en un tazón, coloque suficiente agua, si quiere un toque de sal, y amase, trate de que la masa le quede blandita, para que le rinda más y queden más suaves.


El procedimiento que he mostrado es para la elaboración de la arepa con maíz precocido. Hay un proceso artesanal, que cayó en desuso cuando surgió la harina, y está resurgiendo, pero eso es tema para otro post.
Creo que he cumplido el reto con doble propósito, mostrar una realidad y enseñar cómo abordarla. Como siempre es un gusto para mí contar con sus lecturas y comentarios.
Imágenes en:



SteemPress : https://charjaim.timeets.com/2018/09/14/reto12votos-semana-6-algo-que-ensenar/