Travesía de un viaje descontrolado/ Part I / FOTOS.

Todo comenzó cuando necesitaba ir a la ciudad de Caracas- Venezuela para realizar unas diligencias, pero al ver que no conseguía pasaje por avión que fuera directamente a la ciudad, pues, me atreví a comprar al destino del lugar mas cercano, que sería la ciudad de Valencia.

Cabe destacar que yo le tengo miedo a las alturas pero de tanto que he viajado he podido “controlar” ese miedo, pero siempre que me monto en un avión ando a la expectativa, y justamente ese día en la ciudad de Valencia estaba lloviendo por lo que sabía que me tocaría un vuelo algo movido, y lo cómico es que pensé que en serio no iba a vivir jaja porque cuando estábamos llegando el piloto dio muchas maniobras arriba de la pista y mi momento de ponerme nerviosa fue cuando veo que pasa la pista y va directamente a donde hay mar, podía ver el agua muy cerca por la ventana pero al parecer todo estaba controlado y el piloto sólo estaba dando vuelta para aterrizar de una mejor manera.

Al bajarme del avión (que por cierto veníamos retrasados de hora) corrí rápidamente a ver como poder irme al terminal de Valencia ya que no me quedaría exactamente ahí sino en un pueblo que queda a 1 hora llamado Montalban, ya estaba medio asustada por la hora que era (las 6pm) porque era día domingo y eso significaba que por ser de noche ya era muy tarde para poder conseguir autobús en el terminal.

En el momento que estoy recogiendo mi maleta una nueva amiga que hice en el vuelo me ofreció llevarme al terminal y sin duda le dije que sí. Su familia y ella fueron muy amables ya que me dijeron que si no conseguía autobús para ir al pueblo podría quedarme en su casa ahí en Valencia.

Por suerte al llegar al terminal pude conseguir un bus que no iba directamente al pueblo pero pasaba cerca, yo con mi poder de convencimiento logré que el chofer me hiciera el gran favor de dejarme en la parada más cercana y ahí mi amiga @mariana4ve iba a estar esperando.

Primero comí al llegar una comida muy sabrosa (que ella no hizo) y tipo 12am se nos ocurrió hacer la hamburguesada. Ese día comí mucho pero de verdad que valió la pena porque las hamburguesas que confieso yo no hice estaban excelentes, tanto que me comí la mía y parte de la de ella.

Después de haber compartido con ella y su hermoso hijo (que es muy inteligente para la edad que tiene) nos fuimos a acostar como a las 3am para tener que pararnos a las 8am ya que ese día tendría que irme a Caracas.

Salió el sol y nos despertamos, ella me preparo unos ricos pastelitos y para no desaprovechar la mañana pues teníamos pendiente el manejar moto por el pueblo.

Ese día ella me probó primero a ver si sabía manejar moto (ya que no quería ningún accidente) y pues me la dio al ver que si podía, después al momento de ya tener que irme nos fuimos juntas en la moto y yo tenía que grabar ese momento, de dos locas juntas en una moto por todo el pueblo.

Ya después del paseo vimos que “era tarde” para poder llegar al terminal de Valencia y estábamos apuradas porque según el reloj de ella marcaba las 11:30am ya, y para poder llegar al terminal de Valencia duraríamos como más de 1 hora y de Valencia a Caracas hay de distancia 3 horas.

Con todo el apuro también estábamos estresada por el nuevo cambio monetario que sucedió en el país porque todavía nadie lo entendía, y pasábamos horas tratando de descubrir cuanto realmente los buses y carros estaban cobrándonos jajaja

Llegamos al terminal pensando que era muy tarde, según su reloj eran las 3:30pm pero resulta que en la cola escuchamos a una chama (joven) diciendo que eran las 2 pm, en eso yo le pregunto la hora y efectivamente confirmamos que mi amiga mariana tenía el reloj adelantado todo el tiempo por lo que eso me me llevó a la conclusión de que fuimos dos locas todo el tiempo apuradas corriendo pensando que era tarde pero no, siempre estuvimos en la hora que era la correcta para poder llegar a tiempo a Caracas.

Nos reímos por un rato ya que por eso es que también tenía tanto sueño porque nos paramos más temprano. Pero de igual manera por algo pasan las cosas porque con lo loca que somos las dos si estábamos tranquilas con la hora ahí si íbamos a llegar tarde.

Ya después me toco despedirme de mi amiga y las dos algo tristes porque sabíamos que nos faltaban más días juntas para compartir más aventuras pero yo tenía que irme y pues nada mi travesía tenía que continuar a mi siguiente destino llamado Caracas…