¡Hola steemianos! Hoy les vengo a presentar mi primera saga de novelas ligeras "La Danza De Los Mundos", por ahora empezaré a publicar los capítulos de la primera entrega que se titulará "Epifanía", la cual pertenece al género ciencia ficción y presenta algunos elementos cyberpunk, también le agregue una buena dosis de carga psicológica y existencialista, un poco drama para darle un enfoque más maduro a la historia, sin olvidar el toque de fantasía que le agrega epicidad a todo relato. Es una historia coral, por lo que los capítulos serán narrados desde el punto de vista de cada personaje (con algunas excepciones como el prologo, epilogo, etc).
He tenido estas ideas rondando mi cabeza desde hace años, con la ayuda de mis colaboradores @sneikder y @mervin-gil he logrado ordenar con más eficiencia mis ideas, espero liberar cada capítulo a lo mayor brevedad posible (como mínimo, uno por semana), ya tengo toda la novela escrita, pero estoy buscando alguien que dibuje, para poder ofrecer ilustraciones de calidad, si alguien puede ayudarme en eso, por favor dejamelo saber en los comentarios.
Sin más preámbulos, ¡le doy inicio a mi historia!

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La desolación podría palparse, ni siquiera el viento puede acompañarme en estas tinieblas, mi sentido común se esfuma en cuestión de un parpadeo, quedo atónito al contemplar las descarnadas imágenes que se pueden avistar en el umbral del desvarío que me rodea, todas ellas, tan estáticas y perennes, me resultan hórridas debido a la extrañeza de las mismas, con un aspecto, sinceramente, inenarrable... Aquí, toda nuestra comprensión del tiempo se convierte en algo absurdo, la luz se ve opacada casi por completo debido a la imponente penumbra, la ubuesca sensación de vacío hace que el sonido sea casi inaudible, apenas puedo estar consciente de que todos mis sentidos siguen funcionando, aunque sea en mínimo. Con tanta información que procesar y sin comprensión alguna de lo que ocurre a mi alrededor, me encuentro divagando por mera inercia, adentrándome hacia lo desconocido, siguiendo el horizonte sin muchas expectativas, tratando de conseguir patrones que pueda reconocer, pero sigo sin mucha suerte en el camino. La desesperanza cubre cada fibra de mi ser al deambular en este inhóspito lugar que parece haber sido despojado del amparo de toda entidad superior, ni siquiera sé si ha pasado un día, una semana, un mes, un año o solo una hora, pues desde que he estado aquí, no he logrado evidenciar cambios considerables, y es que muy a pesar de todas mis indagaciones, mi percepción del espacio-tiempo se ha vuelto casi nula, —es que todo sigue igual que antes —. En ocasiones me siento muy ligero y en otras muy pesado, es como si la gravedad estuviese fluctuando en intervalos de tiempo, pero no puedo determinar cada cuanto ocurren esas fluctuaciones, a pesar de toda la confusión que esto me genera, —al menos es el único cambio constante que he observado desde que llegué aquí —. Esta desesperación me atosiga con una veloz ferocidad que me desquicia, como un hambriento guepardo que galopa furiosamente hacia mi, me siento como esa atemorizada y embobada presa que no logra alcanzar la celeridad suficiente para huir del escenario dantesco que se avecina. Luego de haber dejado atrás todo rastro de la obcecación que nublaba mi mente, mis peores miedos empiezan a posarse encima de un oscuro pedernal que tritura mi mente sin consideración alguna, encontrándome en medio de esa delgada línea que todavía separa mi cordura de la demencia, comienzo a buscar la respuesta a las preguntas que me carcomen por dentro, —¿realmente somos o significamos algo en este universo indiferente? — La inmensidad del universo me hace pensar que somos la nada misma en comparación, — ¿es esto un bucle del que no puedo escapar? — Si ese es el trasfondo de todo esto, ¡realmente no creo que pueda resignarme a vivir en la perpetuidad de esta existencia intrascendente! —, ¿es que acaso soy el único que ha sido condenado a vivir en este infierno? —Y es que sin desmerecer al descrito por Dante, ¡pero esto es lo más parecido a mi idealización actual del averno! —. Sigo recorriendo la inmensidad sin rendirme, notando que por una extraña razón, no he tenido que comer ni beber para sobrevivir, ni siquiera he tenido que mear o defecar para mantenerme con vida, la extrañeza de este lúgubre y espantoso lugar me han abrumado tanto, que empiezo a sentir como si mis movimientos fueran involuntarios, no puedo concebir mi existencia en este plano, —¿será que solo sé que existo porque aún sigo consciente? —. Cuando creía que mi agonía incesante sería sempiterna, los hilos de la causalidad se posicionan a mi favor, al levantar la mirada mientras renegaba de la existencia de este maldito lugar, me encuentro con el primer patrón reconocible que he logrado avistar desde mi llegada, me quedo contemplando anonadado unas cumbres alumbradas por una luz tenue, las montañas se asoman en el horizonte como cuatro velas ensombrecidas por la imponente oscuridad, se parecen mucho a las formaciones rocosas de mi mundo, solo que estas tienen un tono tan oscuro como el del alquitrán, son tan altas que me parecen imposibles de escalar, nunca he visto algo tan majestuoso, —¿y para qué la falsa modestia? ¡mi júbilo no podría ser más grande! —. Escalo con dedicación cada una de las cumbres, hasta llegar a la cima de la más alta, pudiendo así observar entre las luces, una sombra silente y erguida, asombrado pienso: —¡debe ser otro humano!— Al acercarme a la silueta, me percato de algo sumamente aterrador, a pesar de que tiene una apariencia humanoide, —sin dudas no es uno de nosotros, pero se parece a algo que ya he visto antes — Sus rasgos son fuertes, su piel demasiado pálida, su cuerpo es robusto, su cabello largo es tan blanco como la leche y es mucho más alto que cualquier ser humano que conozco, se queda mirándome fijamente con sus ojos de color rojo carmesí, hasta que se acerca a mi con la velocidad de una gacela, al posarse en frente de mi, desliza sus manos con una celeridad casi imperceptible, al tocar mi frente con uno de sus dedos, me invade un miedo paralizante que eriza toda mi piel, su mirada hace que sienta como se desvanece mi existencia, y resplandece una incandescente luz que me encandila, la cual es solo el preámbulo para un estruendoso ruido, uno que suena como si se tratase de una enorme explosión que podría romper mis tímpanos, es como si mi consciencia se estuviese desapareciendo mientras me mira. Prontamente en mi cuerpo se activa el instinto de supervivencia, en un instante, mi corazón se acelera y mis sentidos se agudizan, esta sensación tan familiar solo puede ser causada por el virus aptare, —ya se ha adaptado perfectamente a mi organismo —, probablemente esté haciendo frente a un ser superior. Mi cuerpo reacciona a su toque de forma involuntaria, asestándole un golpe de tal magnitud que deja mi brazo completamente destrozado. El humanoide se desvanece junto con la luz, pero solo por ahora, pues sé que todo esto es parte de algo mucho más grande, algo que escapa de mi comprensión y los límites de mi humanidad, —¿será que hemos tomado el camino equivocado para el entendimiento del universo? —. Tengo un conflicto interno, estoy tratando de asimilar todo lo que me pasa, siento como si todo esto fuese un deja vu, todos mis recuerdos se yuxtaponen, mi memoria se satura por toda esa información que parece proveniente de diferentes épocas de mi vida. Al terminar de procesar una cantidad incalculable de pensamientos, mi mente se llena de lucidez y sabiduría, se da fin a toda la disonancia cognoscitiva que me agobiaba, cumplo con mi razón de ser, consigo la trascendencia, finalmente soy capaz de comprender lo que me rodea, me encuentro danzando entre los mundos. |
Espero que les haya gustado, y si no es así, también acepto sugerencias. Si quieres saber más sobre mi, esta es la Introducción de @smanuel a steemit