
Compulsiones e inteligencia
Todos en algún momento podemos tener alguna obsesión, algún pensamiento que nos ha llevado más tiempo de lo común, entonces comenzamos a crear una rutina que nos hace repetir una serie de pasos. Sin querer nos dejamos llevar por la falta o la sensación de que debemos cumplir esta serie de actividades para estar bien.
Así, muchas veces nos encontramos realizando un conteo mental, vocalizando un mantra, realizando un cálculo en nuestra mente, o podemos enfocarnos a realizar varias veces una conducta, como por ejemplo, intentar ordenar algo que ya está ordenado, la naturaleza de estas acciones son muchas veces obsesivas, son formas de expresión cognitivas que pueden convertirse en compulsiones. Se puede llegar incluso a sufrir si pensamos en lo absurdo que puede resultar repetir una acción una y otra vez sin poder evitarlo.
Se supone que las mentes más brillantes buscan estar todo el tiempo ocupadas, pero contrariamente estas conductas obedecen a desviaciones del individuo. Sin embargo, expertos han discutido que el comportamiento compulsivo es patológico.
¿Crees que esta patología se relaciona con la inteligencia?

Para responder a esa interrogante se puede partir de que no es una cuestión de inteligencia o de un truco de las mentes brillantes para mantenerse ocupadas. Si han visto a alguien exhibir un comportamiento compulsivo, podrán notar que al tratar de explicar sus acciones tienen un tinte de irracionalidad, es decir es totalmente absurdo intentar explicarlo.
No es algo simplemente sobre el que vive acomodando su casa para que este siempre bien y presentable, o el que sólo tiene una canción de mantra; es sin embargo, el que desordena y vuelve a ordenar seis o más veces porque no se ve perfecto, o el que no puede hacer nada sin antes tener todo un místico conteo de palabras. Ese tipo de personas no pueden explicar racionalmente que es lo que no está bien, ellos necesitan hacer estas acciones porque en ellas reflejan su estabilidad; en general son esas personas las que necesitan atención médica.
Una de las formas de no llegar a los extremos es reconocer cuando se nos presenta esta situación, aceptarla e intentar controlar el deseo de responder a una obsesión que simplemente puede ser un capricho o engaño de la mente. La persona que sufre de pensamientos compulsivos debe buscar el cambio, cambiar de escenarios, respirar y tomar pautas que le permitan equilibrar su bienestar.
Soltar ese comportamiento y sustituirlo por la seguridad personal, una de las formas más recomendadas es pensar positivamente, detener el conteo, escuchar música de todo tipo, hablar con más personas, leer más libros, compartir y sonreír más.
Me despido. Gracias por tu lectura.

Fuente de la imagen uno: pixabay
Fuente de la imagen dos: pixabay
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