¿Quién soy?

¡Partida! Despertar muy temprano montar el café y dejar los panes en la tostadora mientras corro hasta el baño aún con los ojos pegados !No debí acostarme tan tarde! pienso ¡Siempre me pasa lo mismo! ¿Ya le mandé el correo al profesor? Ahora dudo esta agua está muy fría bueno así despierto de una vez mañana le doy dos martillazos al calentador y listo huele a que algo se quema ¡el pan! casi casi menos mal que me gusta bien tostado apurateeeeee porque se forma una cola en la autopista y no quiero llegar tarde todo guardado y las luces del tablero indican que todo va bien y en nombre de Dios, (solo aquí vale la pausa), gracias por todo y espero que mamá esté bien, hoy continúa la clase que empecé ayer tanto tiempo con el mismo contenido que no me hace falta preparar nada ahí veré cómo reaccionan los muchachos 107.9 FM no hoy no quiero escuchar noticias mejor 94.1 FM porque ponen la canción que me gusta pero de la que no me sé el nombre ¿Qué fue lo que dijeron ayer? … ¡STOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOP!”
Así son la mayoría de mis días, un ir y venir dentro de una corriente, sin detenerme a pensar en “Quién soy”, sin comas, sin puntos, sin pausas; hasta hoy que decidí hacer auto-stop. Me gustan mucho las redes sociales, es la verdad, pero siempre ha sido un problema para mí cuando en estas me preguntan ¿Cómo estás hoy? o ¿Qué estás pensando? No estoy seguro de que quieran saberlo en realidad. Una muy buena amiga me habló de Steemit, y lo segundo que me dijo fue: - ve pensando en un texto donde te presentes -. ¡Rayos! Aquí viene otra vez este problema. Pero esta vez me agrada la idea de intentar hacerlo porque sé que alguien lo leerá porque así quiere hacerlo.
Mi nombre es Roberto, me llaman Ro, Rob, Robi, Robertiño, Robert, Bob, Roco, pero no estoy seguro de saber, concretamente, quién soy, qué soy. A veces me gusta pensar que soy el resultado de una colisión de amor y sexo. Otras veces, que soy una fortuita casualidad; otras, una nube condensada de polvo estelar, pero nada de eso puede decir quién soy. Como quiera que sea el caso, no creo que sea capaz en darle una respuesta suficiente a una pregunta ontológica, le temo a la vacuidad; por lo menos no creo lograrlo por ahora, probablemente pueda responderla en el final de mis días, espero.
Hace pocos días conversaba con mi profesor de Literatura oriental sobre algunos conceptos y visiones del amor, el dolor, el apego; estos temas que son trascendentales en el oriente del mundo. En esta conversación él me dijo que no te defines por lo que dices, no te defines por lo que piensas, te defines por lo que haces. Me pareció una buena idea, pensé en ello, y es la verdad. Entonces, para no complicarme tanto en una pregunta que no sé responder, creo que lo mejor será decirles de dónde vengo, cómo vivo y qué hago.
En esta altura de mi vida soy un señor para los niños y soy un niño para los que son mayores que yo. Una excelente referencia que me ayuda a definirme ¿No creen? Nací en una pequeña ciudad costera, entrañable y desordenada; Cumaná, al oriente de Venezuela. Ahí pasé toda mi infancia, ahí quemé mi piel con su sol, ahí me bañé en agua salada y contemplé los más grandiosos atardeceres. Están en Cumaná mis amores infantes, mi madre; el registro de mis grandes locuras, mis estudios en literatura y castellano; el recuerdo de mis amigos, los mejores y más queridos. En ese pueblo aprendí a amar desinteresadamente; me imbuí en las letras y aprendí a amar la música y cantar dentro de un orfeón. Canto pero no soy cantante, escribo pero no soy escritor; porque es que no estoy seguro de lo que es realmente cada cosa.

Hace ocho años que no vivo en Cumaná. Vine a Caracas, capital de mi país, a trabajar y continuar con mis estudios; de ahí mi vida caótica. Trabajé en varias universidades y en colegios. Me especialicé en la enseñanza del español como segunda lengua y he compartido mucho con extranjeros, estudié un poco de alemán e inglés pero no recuerdo casi nada de la primera. Actualmente estudio Literatura del mundo, un recorrido por las diversas corrientes y movimientos literarios. Es apasionante y muy interesante.

Cuando digo que escribo pero que no soy escritor, es porque no lo hago como una actividad regular, no con la frecuencia en cómo me gustaría hacerlo, pero esta vez he decidido organizar mejor mi rutina, cambiar esto, responder a lo que más me gusta y no guardarlo para mí. Quiero tener la oportunidad de hacerlo, es la razón por la que estoy aquí, en Steemit. Me gusta mucho el cine, el teatro, la fotografía, el sexo, los viajes, la naturaleza, los bonsái y los animales, en especial los perros. Amo la poesía, la música, la literatura; por lo que creo que lo más probable es que escriba sobre estas cosas y su relación con mi vida. Espero que mi visión agrade a la comunidad. El resto de mí lo irán conociendo en la medida en que publique. Esto hago, me llamo Roberto y quiero compartir lo que vivo.
Fuentes de la imágenes:
- https://www.wattpad.com/story/104829690-melodrama-de-una-vida-caotica
- http://blog.iese.edu/nuriachinchilla/2017/12/quien-soy-yo/
- https://www.memegenerator.es/meme/27278314
- http://fedecamarasradio.com/cumana-cenicienta-venezuela-incomunicada/
- http://800noticias.com/hace-448-anos-se-fundo-la-ciudad-de-caracas