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La pepita crecía sola, era la única colorida en un mundo gris. Pensaba que podía cambiar el mundo si empezaba a tocar todo a su paso...y si a si fue cambio la vida de un pueblo que se deslumbro por su hermoso color rojo que ofrecía pasar de un extremo a otro las vidas grises que estaban vegetando, pero que triste ¡la hermosa semilla roja era solo un mortal veneno! Y hoy todavía está lapidando a los que creyeron en ella.
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Cualquier parecido con la historia de mi país no es solo coincidencia.

@naylet