con tu espalda
al pálpito acelerado
cuando pasas a mi lado,
a esas ganas de aferrarme a tu espalda
y hacer de ella mi almohada.
cuando te siente,
a esa falda tuya
que al mirarla me tienta
y el afán de cortejarla
para hacer de usted mi alma
y el ángel de la guarda.
y a esas que son prohibidas,
a los besos traviesos
y mis suspiros perplejos,
a ese pulso pendejo
cuando te roza el pellejo.
a mis poemas en papeles viejos,
al poeta que aspira y esa rima
que contigo siempre combina
con esa sonrisa tuya que me incrimina.
al miedo de verme al espejo,
a las tormentas de fuego
y las cosas que enterrar bajó suelo,
quiero al miedo y la ira
o la muerte desprevenida.
o esas noches que falten
en el calendario cabalgante
no me dejes atrás al pasar por mi puerta
y tocar para preguntar por ella.
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