Tacto
Nunca me había sentido así.
Nunca unas manos ajenas a las mías me habían tocado de esa manera,
Mis sentidos fueron maltratados.
Aún puedo sentir su voz jadeante mientras mi cuerpo era estrujado y manipulado a su antojo.
Brazos fuertes que no tenían intensión de dejarme ir.
Dedos gruesos, invasores de piel.
Perdí inocencia mucho antes de saber que quizás tenía.
¿Cómo haré para que mi piel quiera volver a sentir a su primer conquistador?
No sería tan fácil, la seguridad había sido violada por completo
¿Se daría cuenta el dueño?
siento miedo.
Quizás
Solo necesita recordar que se siente ser tocada con cariño.
vista
Cierro los ojos y veo los de él.
Ojos marrones, con una pupila casi inexistente y mirada perdida en una pasión ficticia .
Mis ojos por otro lado, no tenían un rumbo fijo.
Ni mis lágrimas querían salir.
oidos
Lo recuerdo bien, sonaba más cerca de lo que necesitaba o quería en ese momento.
No era un sonido con ritmo.
Era lo más lejano a una melodía producida por placer,
constante, eso si.
Un jadeo interminable.
Detro de tanto silencio yo solo quería alguien que me escuchara, mi dolor era bastante fuerte, alguien debía oirlo.
Un susurro dentro de aquel silencio era necesario
y un faro dentro de la oscura soledad y tristeza que abordaba mi ser.
Jamás quise expresar otra cosa.
Gusto
Mi labios perdieron intimidad.
Mi lengua solo saboreaba el nectar de un cuerpo no deseado
y la amargura de un ser que no podía entender que estaba en tierras ya conquistadas por otro.
Olfato
Sudor fuerte producto de la excitación.
Fuerte aroma a desesperación por obtener algo ajeno
Sin una pizca de amor o deseo... y quedaba en mi cuerpo.
Un olor que sin permiso dejaba parte de su esencia en una piel amante de otros aromas.
La peor parte fue sentir su respiración.
Hasta hace poco tiempo estaba orgullosa de lo buena que era mi memoria para recordar,
hoy ya no tanto
"No debes sentirte mal" fueron sus únicas palabras o fue lo único NO grotesco que recuerdo que salió de su boca
¿sentir? ¿mal? No sentí nada y malo fue la noche que entraste sin permiso a tomar algo que no te pertenecía
Se sintió como una cortada con cuchillo.
Mi cuerpo estaba en estado catatónico y mi alma también.
Al terminar todo, solo me acosté de lado y canté.
No quiero que nadie jamás me vuelva a tocar.
