
La sociedad venezolana se fortalece al lado de su familia por naturaleza, siempre ha sido de ese modo. Dentro del seno familiar, conviven los hijos quienes no están, pero a su vez están, sujetos a los padres. Por cultura, los hijos tienen necesidad de sus padres y los padres de sus hijos. Tan impetuoso como esta necesidad, el amaño natural cuesta disolverlo.
Los hijos venezolanos francos de la obediencia bondadosa hacia sus padres cuidan de ellos sin pedir nada a cambio. Padres e hijos, hijos y padres continúan unidos voluntariamente manteniendo su estado por afecto especial. Esta forma de convivir es también llamada libertad entre las familias venezolanas.
La primera ley para los miembros que integra al grupo familiar venezolano es la convicción de apoyo. La familia es la primera imagen que caracteriza a la sociedad venezolana. Para esta cultura, el pueblo es para los hijos, y los hijos son quienes construyen el pueblo desde su plena libertad, sin enajenación.
Gobierno genocida hoy se empeña en imponer su devastador poder humano determinando a favor de los que corrompen la historia, y poniendo a la esclavitud a todo un pueblo noble, humilde y bondadoso.
¿Se podría calificar de algún modo y de manera favorable a los tiranos?
Puede ser dudoso que el pueblo venezolano pertenezca a una mínima parte de quienes deciden tener el poder. Si realmente existe pueblo enorme favoreciendo a un régimen dictador, entonces continuaremos siendo esclavos de la miseria. Si por el contrario, se percibe la existencia de un pueblo arrecho se habrán roto para siempre las cadenas y el yugo que hoy nos azota.

El Pintor de la Maternidad: Tam Austria, 1950 (Filipinas) Fuente
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