#Reto12Votos - Semana 32 - Amuletos - Karupanocitizen

Tengo que reconocer con sinceridad que no creo en amuletos, por lo menos en los que se usan para atraer la “suerte”, porque el tema es que precisamente no creo en ella. Para mí lo que muchos denominan “suerte”, no es más que un estado mental; es la capacidad que tenemos los seres humanos de conectarnos con las energías maravillosas que nos rodean, de esas conexiones entre pares que potencian nuestras habilidades y destrezas, porque al fin y al cabo somos seres de energía, seres de luz.


Tomado del post de promoción

¿Crees o no crees? ¡Ya me confundiste!

No creo en la suerte, lo afirmo y lo sostengo. Pero si creo que somos capaces de transferir nuestra energía a cuerpos inanimados (de hecho todo lo que nos rodea son conductores de energía), de esa transferencia puede ocurrir que ciertos objetos nos ayuden a proyectarla de forma tal que nos permitan reencontrarnos con nosotros mismos o “protegernos” de la energía de los demás. Pero el secreto no está en el objeto en sí, sino en lo que se esconde en lo más profundo de nuestro ser espiritual, eso que denominamos “alma”.

Pero como soy más de escribir cuentos y no es mi intención fastidiarlos con una perorata de lo que son mis creencias, quizá en otra oportunidad me dé el permiso y expreso más mis sentir en este interesante tema.

De momento, traigo a este #Reto12Votos un cuento basado en la palabra clave: “amuleto”. Espero no herir susceptibilidades ya que reconozco que la trama está un poco fuerte y el tema central subyacente no está exento de una gran polémica. Sin más preámbulos.

El Amuleto

«Esta vez no podrá, esta vez no podrá», se repetía incansablemente como un mantra para alejar demonios, mientras el vaivén de su cuerpo sentado le daba una apariencia aún más frágil.

«Sor María lo preparó para mí, me dijo que había sido de mi mami. Qué eso me protegería. Sé que no es un puñal o una bala de plata, pero estoy segura que es capaz de alejar incluso a un hombre lobo, es tan linda y brillante mi flor. AunqueÉl no es un hombre lobo, incluso quizá ni siquiera un hombre»

«Sor Ana siempre nos dice que el hombre debe cuidar y proteger a su familia, llevar el pan para la casa, enseñar amorosamente a sus hijos, pero Él no tiene hijos, ¡no somos sus hijos!»

«Esta vez no podrá, esta vez no podrá, no me seguiré escondiendo, la flor de mi mami me protegerá, seguro me hará invisible o lo alejará de mí, las flores de plata tienen poderes, luego puedo prestársela a Yossie, ella la pasó muy mal anoche, yo la quiero mucho»

El fuerte crujir del piso se madera hizo saltar de terror los corazoncitos, que en la oscuridad de la amplia habitación, rogaban por no ser los elegidos de tan macabro sino. Todas las noches la misma fatídica escena, en la mañana, saber a quién esta había tocado la desgracia y esperar pasar el día para escuchar el crujir del piso de madera en la lúgubre noche en un terrible ciclo de espanto y dolor.

Dos hileras de pequeñas camas, un ventanal con mosaicos por lo que se filtra apenas un rayito de luz nocturna, y el helado miedo llenando todos los rincones, servía de marco a las fuertes pisadas y el tintineo de llaves, ¡Él ya está aquí!

«Me estaré quietecita, como la primera vez. No podrá verme, tengo mi amuleto. Nada de meterme debajo de la cama, ni esconderme detrás de los armarios. Quiero llorar, pero no debo hacer ruido o me escuchará, la florecita no puede esconder el ruido»

Como granjero hambriento, que al meter su brazo en el corral estrecha el pescuezo del emplumado animal que le servirá de bocado, así mismo sus callosas manos apretaron el pequeño cuello delatado por la brillantez del hermoso dije. Esta era otra clase de hambre.

— ¡Mi niña por poco y no te encuentro!, veo que te gustó el regalo que te envié. Si sabes que eres mi favorita, ¿Por qué te escondes?, tres días sin verte son demasiados para mí.

— ¡Anda ven!, así quietecita. No despiertes a las demás, si te portas bien y eres buena te enviaré más regalos, si no, ¡bueno ya sabes lo que pasa haces lo que debes!

Los crujidos se fueron apagando tras las dos siluetas nocturnas. Una pequeña, adornada con un brillante punto en el pecho, la otra, delgada y siniestra desprovista del oscuro y ostentoso amuleto que dejó colgado en el perchero, luego de presidir la misa del domingo en la tarde.

Bueno, espero les haya agradado el pequeño cuento, sé que es un poco macabro, mis disculpas de nuevo si incomode un poco con mi cuento, solo quise hacer un ejercicio literario a través de una palabra clave y jugar un poco con la ironía de las consecuencias de usar un “amuleto”.

Agradezco a Luisa o @slwzl por la gentileza de haberme invitado a participar, así como @avellana por mantener consecuentemente esta iniciativa que fomenta las buenas relaciones dentro de la comunidad de steemit.

Saludos especiales para @mllg, @charjaim, @sacra97, @lisfabian, @gaborockstar, @mauricitioteran, @marybellrg y todos los que día a día ponen lo mejor de si para mantener viva esa llama de esperanza y de alegría en la que se convirtió nuestro ecosistema, mis respetos para todos. (Me es imposible nombrar a todos, disculpen a los que me dejpe por fuera)

Bueno, me retiro a seguir disfrutando de las excelentísimas publicaciones de los demás participantes en este #Reto12Votos, espero que el servicio eléctrico me lo permita.

Para participar hecha un ojito a estas sencillas reglas.

PD: @lisfabian, no pienses por favor que no leo tus mensajes, de hecho lo hago y he estado a punto de participar dos veces en tus concursos, lastimosamente una cosa es lo que uno desea y otra la que el tiempo nos permite hacer, per los tengo como tarea pendiente. Discúlpame la descortesía si en alguna oportunidad no te contesté al privado, saludos.

¡Nos seguimos leyendo!

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