Uno de mis primeros contactos con la novela histórica fue con la saga “Los reyes malditos” cuyo autor, Maurice Druon, es considerado uno de los padres de esa clasificación de la escritura novelesca.
Si bien su novela desarrollada en siete libros comienza en el siglo XIII en el por entonces reino de Francia, en su primera parte habla tangencialmente de la dinastía de los Luises; luego de leer completamente todos los libros comencé a buscar información sobre el período anterior, entre muchas cosas interesantes encontré a Leonor quien para muchos fue la primera feminista de la historia.
Su fama fue y continúa siendo totalmente controversial, claro que algunos de sus comportamientos comprobados ayudan a crear esa catalogación, pero también es cierto que muchas de las cosas que se le endilgan no han podido ser comprobadas y solo han pasado a engrosar su fama por el hecho de haber sido contadas de boca en boca y repetidas hasta el cansancio, muy probablemente tergiversadas con el correr del tiempo.
Dentro de los hechos comprobados podemos mencionar que se casó muy joven (15 años) con el por entonces heredero de la corona francesa Luis VII quien en ese momento no era mucho mayor que ella, solo 17 años.
Otro acontecimiento del cual se tienen certezas es que marchó junto con su esposo a la segunda cruzada a Tierra Santa, lo que está en duda es si participó en combates como algunos aseguran y otros niegan, si se sabía que había sido criada por su padre casi como un varón, sabía montar, cazar y manejar diversas armas. En ese largo período en tierras lejanas tuvo un romance con su tío, el príncipe de Antioquía Raimundo de Poitiers y enterado su esposo hubo agrias discusiones que terminó en un pedido de nulidad del casamiento ante el pontífice pero no solicitado por el rey sino por ella, como justificación se argumentó tener con su esposo un vínculo de consanguineidad en cuarto grado, curioso ya que no le importó en lo más mínimo el romance con su tío.
Lo cierto es que el matrimonio del cual nacieron dos hijas, se disolvió y la cosa no hubiera pasado a mayores si Leonor no se hubiera casado un tiempo después con el rey de Inglaterra Enrique II. Ese acto en Francia fue considerado una afrenta de proporciones inconmensurables y se dice que la vieja rivalidad entre ambos reinos comenzó precisamente con ese evento. Por supuesto que el odio de los franceses hacia la ex reina fue muy fuerte y ayudó a crear esa fama de la que hablamos al principio.
Leonor le dio a Enrique II 8 hijos pese a que ella era unos 12 años mayor que él. Entre esos hijos hubo dos futuros reyes: Ricardo Corazón de León y Juan sin Tierra.
La relación con Enrique II también terminó mal pero según los registros el infiel en este caso fue el rey aunque la reina no se quedó quieta y con su orgullo herido recurrió a su anterior esposo, el rey de Francia, para vengarse confabulando en una invasión que terminó mal. Enrique II la encarceló por 15 años.
Recién a la muerte del rey y con la asunción de Ricardo Corazón de León, fue liberada.
Vivió hasta los 80 años, toda una proeza por aquellos tiempos. Una mujer que se destacó enormemente en una época donde el papel que les reservaban era el del acatamiento a las órdenes del esposo y la sumisión.
Héctor Gugliermo
