Hoy les informaré acerca de una condición que muchas personas desconocen que puedan padecerla.

¿Eres de las personas que NO pueden soportar el ruido de alguien comiendo a tu lado?...

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Si es así, es probable que sufras de misofonía, que es el trastorno que causa que algunos sonidos creen una angustia psicológica real.

Tal vez algunos de ustedes estuvieron cenando con sus amigos o familiares y de repente, en lugar de disfrutar la comida y la compañía, se detienen en el ruido que hace la boca de algún comensal mientras comen y mastican comida, tal vez un poco... demasiado fuerte.

Esta situación, en algunos casos, puede transformar un momento agradable de compartir en una verdadera prueba audible.

Esta es la misofonía, literalmente "odio del sonido", que se ha incluido en la familia de los trastornos de ansiedad en los que la irritación y el nerviosismo se deben a pequeños detalles como, entre los más frecuentes, el ruido de masticación y deglución. Las consecuencias en el momento que genera este trastorno pueden ser la pérdida de concentración, el disgusto, la ira, pero también los sentimientos reales de resentimiento y odio hacia la persona que hace ruido mientras come. A menudo, el paciente elige abandonar la mesa.

Este trastorno neuro-psicológico es bastante común, pero muy poco diagnosticado. Por supuesto, a todos les puede pasar la molestia de alguien que come demasiado fuerte, pero esto está en el límite de la normalidad hasta que afecta la vida cotidiana, arruinando la vida social en algunos casos, como suele suceder en el caso de la misofonía.

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Origen del trastorno.

La salud mental varía según las reacciones bioquímicas que tienen lugar en nuestro cerebro, donde los neurotransmisores se sintetizan y procesan continuamente, entre estos, la serotonina y la dopamina a veces están presentes en cantidades demasiado grandes o demasiado pequeñas y estas variaciones pueden ser una fuente de problemas, incluida la misofonía.

Para quienes la padecen, los sonidos particulares, como el de la masticación, en algunos individuos desencadenan reacciones conocidas como lucha o huida , es decir, aquellos en los que el cuerpo se prepara para reaccionar ante el peligro. Produce adrenalina y cortisol que aumentan la frecuencia cardíaca, la respiración y el tono muscular para ayudar a enfrentar la situación lo mejor posible, huyendo o reaccionando con fuerza.

Tratamiento de la misofonía.

No hay un tratamiento específico, ya que aún no se ha encontrado la cura a esta condición, sin embargo, en el caso de la misofonía diagnosticada, algunos médicos prescriben medicamentos cuya tarea es precisamente regular los niveles de los neurotransmisores, principalmente la serotonina, pero la intervención terapéutica debe tomarse en consideración en varios niveles.