Cumplo veinte y cinco y no he besado a nadie,
aunque he deseado besar,
no pierdo el sueño por ello,
ni me dan ganas de llorar.

Cumplo veinte y cinco y nadie se enamora de mí,
yo llevo tres amores en mi corazón,
aunque ahora no tengo a nadie,
enamorarme no está en primer lugar.

A los veinte y cinco y lo que quiero es llegar a ser mamá,
tener un bebe a quien acurrucar,
un hijo o hija a quien cuidar
y mostrarle este mundo creado por Dios.

A mi edad soy lo contrario de lo que se espera,
sin embargo, soy de las que no se atormenta,
ni imito a los que me rodean.

Un cuarto de siglo para mi historia,
y aunque piensen que no he vivido,
tengo mil y una historias que seguir escribiendo,
aunque crean que algo me pierdo,
aun tengo lo que la mayoría ya ha perdido,
ha esta edad son muchas las frases que he escrito,
y aun no me he retratado por completo,
aun me niego relatar mis secretos,
que aunque los escriba en código no los entiendo.

Otro año más y aun sigo siendo yo,
otro año más y sé que pasarán más,
sé que mis sueños se harán realidad.