
Fuente
Morirse lento
para que al final no duela,
para que al final la muerte
sea solo como la extensión de un sueño,
como un despertar al día siguiente
pero en otra parte,
en otro destino,
en otra otredad.
pero sin temores, sin lamentaciones,
sin reclamaciones por los hubiera,
sin extrañar lo que se deja,
sin dar concesiones al que
del otro lado del cristal observa,
sin miedo a decir adiós.
pero intensamente,
disfrutando la agonía de cada día,
disfrutando como el mundo gira
y el tiempo acaricia,
y nos va escribiendo línea a línea
hasta llegar al último renglón.
paso a paso,
beso a beso,
sueño a sueño,
sin contemplaciones ni miramientos,
para que al final no haya que saldar cuentas,
solo firmar la hoja de entrega
e irnos con saldo a favor.
sin importar lo que el mañana gesta,
ni lo que el ayer se queda,
que a final de cuentas
el nacer es solo una muesca
en la pared de la existencia,
y el morir tan solo el final
de una vuelta completa
de las manecillas del reloj.


Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.
