Su padre ya cansado de la vergüenza causada,
ha ensuciado la educación recibida,
no quiere en su casa balas perdidas
que puedan herir otro miembro de la familia,
le dice que se vaya, mientras su madre grita,
le llora desesperada a su esposo,
sabe que el muchacho morirá pronto
si pone un pie a la luz, a la vista de todos.

Sus hermanos con el corazón dividido,
saben bien que su hermano es un asesino,
pero ven arrepentimiento en sus ojos,
dárselo a la multitud enardecida
no lo haría una verdadera familia.

Y tras la indecisión y la furia desatada,
el tiempo hizo que el odio se desbordara,
un pueblo deseoso de sangre y cenizas
incendió la casa y dejó seis victimas.

La cobardía de un hombre...
que se refugió para no enfrentar sus actos;
el amor de una madre cegada por la sangre;
la decepción de un padre por la decadencia
y las dudas y aflicciones de hermanos...
todos ellos murieron en vano y calcinados.
La negligencia se cobró la vida de todos los actores.