NOTAS NOCTURNAS
Me duele cada vez que miro a mi alrededor, siento un frió que me invade lentamente, se perciben como mis ojos se pierden a lo lejos, simplemente porque no hay nadie a mi lado, ¿podría echarme la culpa?
Soy el culpable de mis peores castigos, no, no lo sé, o será que me niego a reconocerlo, soy la soledad hecha persona, el silencio que se refugia en mi, soy aquel quien el eco despreció, del cual el amor toco la puerta y huyó, donde la melancolía vino y se quedó, y la apatía junto con ella se refugió.
Soy el hijo de la luna, que al igual que su madre mira a los demás a donde van y se quedan, donde el sol ilumina con un rayo de luz, y la oscuridad lo rodea como agua en el mar.
Aquel que lloraba amargamente, pero de tanto gemir se quedó sin lagrimas, el que nació con el corazón más preciado y el tiempo se lo partió en pedazos, y aún no se ha podido reconstruir, no se han conseguido ningún trozo, ni se sabe como armarlos.
Soy ese ignorante en los sentimientos, soy todo y no soy nada, no sé si estoy aquí si nadie pregunta por mi.
