El clima en Buenos Aires



La tormenta de hoy al mediodía vista desde Catalinas Norte, casi en el comienzo de Puerto Madero, el objeto iluminado que parece un plato volador en realidad es una luz interna de la oficina reflejada en la ventana, de la misma manera algunas partes se ven decoloradas por otros reflejos

Los porteños, aunque yo no soy oriundo de la Capital Federal de la Argentina me considero uno más debido a mi residencia en esta ciudad por muchos más años de los que quisiera, tenemos un chiste para mencionar el clima cambiante de esta gran metrópoli, decimos que Buenos Aires tiene todos los climas pero en ocasiones en el mismo día.

Un amigo venezolano que vive por aquí desde hace más de tres años lleva una mochila a la que el llama de "supervivencia", dentro de la misma hay un sueter (pullover), un paraguas plegable, una bufanda, guantes de lana, una remera o camiseta (franela) , medias (zoquetes) gruesas, desodorante y pastillas para el resfrío. Pese a que parece gracioso el asegura que algunas veces ha tenido que utilizar más de uno de esos elementos, porque a la mañana hizo calor, luego llovió y refrescó, más tarde se despejó y el sol volvió a calentar y por la noche otra vez el fresco se hizo sentir.



Vista de la tormenta hacia el Río de la Plata

Y no exagera nada mi amigo, realmente pueden ocurrir eventos climatológicos de este tipo en un mismo día y no solamente una vez, el clima puede cambiar varias veces a lo largo del día.

Los porteños estamos acostumbrados a esa bipolaridad del clima y no le prestamos demasiada atención, tampoco sufrimos el frío como mi amigo que para colmo de males es de Maracaibo, lugar caliente en la Tierra si los hay. Para el 20 grados es frío y ya anda poniéndose un abrigo, nosotros con esa temperatura no llevamos más que una camisa de mangas cortas o una remera.



Vista de la tormenta detrás del palacio de tribunales en la Plaza Lavalle - esta me la envió un amigo

Hoy por ejemplo amaneció con 20° de temperatura y totalmente despejado, las fotografías que acompañan esta publicación muestran una tormenta de enormes proporciones de desató poco después del mediodía y parecía que se vendría el mundo abajo, el viento silbaba en las ventanas de nuestras oficinas en un piso 16, pero llovió 15' y bajó la temperatura algunos grados, luego se despejó casi totalmente y otra vez el sol de principios del otoño - que aun es bastante caliente- hizo subir el termómetro y los paraguas y pulloveres se volvieron a guardar.

Definitivamente el clima de estos lugares tiene algo de caótico, como nosotros mismos. No se si es por la proximidad de ese gran río que parece un mar o por las coordenadas geográficas que nos sitúan tan al sur, también podría ser por la cordillera de Los Andes que si bien no está tan cerca influye y mucho en la dirección y fuerza de los vientos predominantes; el hecho concreto es que el clima es prácticamente impredecible, tenemos grandes meteorólogos que fracasan permanentemente y es muy normal que nadie les preste atención.

Se ha gastado mucho dinero en satélites meteorológicos, en equipos, estudios y especialización, quizás sería mejor invertir esas cantidades en otros menesteres más necesarios, mientras tanto probablemente mi amigo patente su mochila y se haga millonario vendiendo el kit a todos los hermanos de Venezuela que continúan viniendo a estas tierras en busca de las cosas esenciales que allá les han quitado.


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Las dos primeras fotografías fueron tomadas por mi hija con su teléfono Motorola Moto Z play.
La última me la envió un amigo y está tomada con un Iphone 6S.
Héctor Gugliermo

@hosgug

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