La niña que soñaba con ser azafata.
Pero si vuelves con testigos leyendo esto,
En la noche de luna llena, en el resplandor del día.
Voy allí con tu toque y nombre.
Con la sangre de un niño pobre.
Ámalos para que una y otra vez.
Creemos en la vanidad eterna,
Completado, y estaré desconsolado.
Y lo sacrificarán.
El que una vez se perdió.
Y agitando su mano con entusiasmo,
Princesa de la oscuridad
Necesitamos defender la tierra.
Que tu alma ya no será rastro de mi locura.
Llévame a los otros bordes.
¿Dónde está la casa, cada casa, como un viejo amigo?
¿Qué le traerá el altar?
No dejes que un extraño brille...
No, no pidas una entrevista.
Doy a mis emociones plena libertad.
Noches cerca de pueblos...
En el hilo del ser, encadenando la vida es un momento, un momento,
Y romper todas las prohibiciones.
Pavimentar la carretera entre arboledas de peonias,
Lleva ocultos los miedos de las mujeres en las bodegas.
Más ligero que el viento, más gentil que los propios bailarines,
Y detrás de él la nave ballenera ruge con un motor,
Ella viene de la oscuridad.
Entonces no somos nada, solo sonando
No perdería su sabiduría...
