Amigos de Steemit, ya saben que hace unos días regresé del Camino de Santiago. En esta oportunidad les hablo de la segunda etapa.
Se nos presentó más serena, comenzamos a formar parte del entorno y a comprender la esencia de formar parte de esta búsqueda espiritual. Segundo díaRumbo a Palas de Rei, un poco más comedidos y silenciosos.
Dejamos atrás el río Miño y el embalse de Belasar para abrirnos camino hacia cielos abiertos.
Ese día hubo tramos de inmensos azules, de árboles infinitos que rozaban las nubes. Kilómetros y kilómetros se desdoblaban frente a nosotros y nos acompañaba una multitud de peregrinos que a su paso iban deseando ¡Buen camino!
Ese fue el día de nuestra sorpresa cuando pudimos visitar Castromaior, un asentamiento Celta pertenecientes al siglo Va.C
Aquí pueden volver a visitar la publicación donde cito específicamente ese evento.
Una sorpresa en el camino.
Este hallazgo que no esperábamos encontrar me llenó de alegría pues los paisajes desde esa altura eran espectaculares y no nos importó haber parado para ver las raíces que quedaban de tiempos remotos.
Allí encontramos una piedra en el camino llenándonos de coraje para continuar. Muchos peregrinos han de haberse cruzado con ella.
Después de unos cuantos pasos más llegamos a la capilla de La Madalena en Ventas de Narón que es un pequeño poblado de unos 20 habitantes. Esta capilla fue restaurada hace pocos años, es muy antigua y se cree que originalmente fue un hospital para peregrinos.
El ambiente y el camino comenzaba a dejarse sentir.
Se iba tornando propicio para compartir con otros peregrinos, conseguimos gente que necesitaba ayuda y nos sentimos útiles al poder ofrecer algo a quienes lo necesitaban.
Esto es un ejemplo de lo que encuentras en el camino, para algunos, una hermosa flor contrastando con el cielo, para otros es vida, muerte, esperanza, pasado, futuro. Todo está allí frente a tí.
Durante todo el trayecto había que fijarse en estos indicadores con la concha y la flecha que marca cuántos kilómetros faltan hasta Santiago de Compostela.
Así fue esta etapa hasta que llegamos a Palas de Rei, un municipio de la provincia de Lugo con una población de 3.500 habitantes. Es un lugar con muchas reliquias arqueológicas.
Históricamente ha estado unida al Camino de Santiago desde el siglo VI y se considera parada segura para los peregrinos.
De nuevo agotados pero plenos de naturaleza, de paz de algo intangible que comenzaba a aflorar.
Amor al camino, ganas de ayudar a otros peregrinos y el sentimientos de hermandad entre los integrantes del grupo.
Ese día descubrimos que el camino somos nosotros.
Algunas flores del camino
Una sorpresa en el camino
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