El Guerrero Jaguar - ¡Ser o no ser un héroe!, parte 5


Nunca rendirse, nunca, nunca, nunca, nunca, en nada grande o pequeño, enorme o minúsculo, nunca rendirse salvo a las convicciones de honor y el buen sentido. Winston Churchill


-¿Si que hace chico?- interrumpió una voz desconocida. Se reía, como si supiera el chiste.

Rony detectó en la entrada del gimnasio a una mujer, debía estar entre los 25 a 30 años, cabello pelirrojo oscuro y con minúsculas pecas en las mejillas, lo llamativo eran sus ojos completamente oscuros, como si una espesa nube negra se hubiera acumulado en ellos. Ese fue el primer indicio que algo andaba mal.

-Semanas buscando ese collarcito… y por coincidencia lo encuentro en mano de un niño- arguyó la mujer acercándose, movía sus caderas como si estuviera orgullosa de su feminidad.

-¿Te lo conseguiste?- preguntó extrañada Marcella.

-No, mi madre me lo regaló- explicó serio, miró a la intrusa, mientras asentía con la cabeza.

-¡Oh! El niñito se ha enseriado ante su novia, pero temo decirle que su mami es una ladrona- dijo la mujer de forma amenazante.

-Mi mama no robo nada… ¡Y no somos novios!- dijo en voz alta.

-Si, no somos novios- señaló Marcella confusa.

-¿Solo son amiguitos?- decía burlonamente -¡Qué pena!-, dijo la mujer meneando la cabeza con desaprobación. Estaba ante ellos mirándolos con una sonrisa pérfida.

-¿Qué quiere?- replicó Rony perdiendo la compostura, sentía una presión cada vez que la mujer daba un paso.

-¡El collar niñito!- expusó como si no tuviera importancia la respuesta, sin esperarlo agarró el cuello de Marcella.


Fue rápida, ni siquiera Rony pudo captar sus movimientos. Luego la desconocida le dio una cachetada a Marcella, resonó en todo el gimnasio y dejo que Marcella rodara por el suelo. No se volvió a levantar. No hizo falta un estímulo más para que Rony atacara. Sufrió la transformación al momento, la furia se convirtió en su refugio y perdió el control de sí.

Lanzó un puñetazo, pero fue frenada por la mano de la mujer. Las manos de esta habían cambiado también, esgrimía unas garras atigradas.

-¡Sabía que el niño dominaba el poder del dios!- masculló, mientras iba apretando con fuerza el puño de Rony.

Produjo un dolor terrible, hizo que perdiera el control de la ira, por lo tanto, lo volvió un ser humano de nuevo.

-¡Esto será divertido!- exclamó gozosa y devolvió el golpe, sin soltar la mano de Rony.

El impacto contra su rostro provocó que perdiera la conexión con la realidad, la aflicción recorrió todo su ser, le faltaba aire y sentía miedo. Aquello era bastante nuevo para él. Apenas pudo oír lo que dijo después la desconocida, sintió una patada en las costillas que lo envió lejos.

-¿Dónde estaban las demás?- se preguntó desorientado, las palabras brotaron sin sentido de sus labios.


-¿Qué paso aquí?- pudo oír nítidamente Rony, supo que Katherine hacía presencia en el lugar.
Escuchó las risas de la extraña y posteriormente los gritos de Katherine.

Apenas percibía lo que pasaba, pero la cólera volvía a manifestarse.

“Nadie me va a vencer”, formuló en su mente Rony.

Se paró y fue a la carga contra la mujer. Sus sentidos regresaban a él, pero sus acometidas no daban en el blanco, ella los eludía, sin soltar los cabellos de Katherine.

-¡Ayuda!- gritaba Katherine desesperada, intentaba zafarse de la mujer.

-Torpe, torpe- decía la extraña eludiendo sus ataques. -¿Acaso eso es lo que queda del antiguo Guerrero jaguar?- se mofaba y contraatacó.

Le dio unos contundentes golpes a Rony que lo derribaron contra el suelo. Sin embargo, no se rindió y lentamente quiso embestir, pero nuevamente fue repelido.

-¡Transfórmate!- exigió enfadada la extraña y lo agarró por el cuello.

Katherine seguía gritando, pero recibió un toque intenso en el cuello que la dejó inconsciente.

-¡Que vulgar!- río la desconocida. -¡Eres patético niño!, ni siquiera transformado puedes defenderte- le pateó el estómago a Rony. -¡Patético!- repitió, el impacto de la pierna resonó escandalosamente en el área y dejó caer el cuerpo de Rony.


Claramente, entendió la palabra patético, eso disparó toda la ira a unos niveles jamás pensados. Los rasgos del jaguar aparecieron con rapidez, no importaba las chicas, solo quería superar a esa mujer. Al principio se iba arrastrando, dejando unas marcas en el suelo producidas por las garras que le nacieron. No pasó mucho tiempo cuando sorprendió a su enemigo. Antes que pudiera abrir la boca, su puño ya la había acallado. No considero siquiera que fuera una mujer, su objetivo era ganar.

No percibía su entorno, la oscuridad se tragaba todo lo que pudiera atisbar. Antes sus ojos se materializó un recuerdo antiguo.

Era un niño de 9 años, estaba jugando con sus hermanos. Cuando apareció Johnny, un chico de la urbanización. Iba sin camisa como siempre, enseñando su piel blanca como la cal, su mirada era idéntica a la de un pitbull.

Al salir a jugar en la plaza podía sufrir por la presencia de Johnny, estaba allí para hostigarlo. Lo golpeaba y se burlaba de su timidez, ¡pero todo tiene su límite! Un día algo estalló en Rony, que de forma salvaje propinó una lluvia de patadas y puñetazos al pobre Johnny.

No fue para defender a sus hermanos, sino que se había cansado, se hartó de ser el débil.


Igual que en ese momento.

La mujer salió despedida, pero en el aire fue atrapada por otro individuo. Era un adulto corpulento que usaba lentes.

Cuando la bestia intentó darle su merecido, dos brazos más surgieron del sujeto, cogieron las manos del jaguar y procedieron arrojarlo lejos, como una muñeca de trapo. La criatura se estrelló contra la pared causando que se abriera una pequeña grieta. Gruñó molesta y enseguida reinicio el ataque.

El tipo arrojó bruscamente el cuerpo de su compañera e embistió a la opulenta figura del jaguar; está netamente, se dedicaba a rasguñar con el propósito de desgarrar, pero el sujeto con sus cuatro brazos procedió a arremeter con unos movimientos certeros y veloces, dejando a las del jaguar en intentos burdos y torpes. Llegó un momento que los ataques del enemigo parecieron multiplicarse, como si hubieran miles de puños.

El jaguar quiso separarse de su oponente, fue en ese momento que el extraño conectó un derechazo contra la cara del monstruo. El cuerpo del jaguar rebotó varias veces contra el suelo al caer, asimismo se iba convirtiendo otra vez en Rony.

-Ha sido entretenido muchacho- indicó el sujeto aproximándose. -Te entregas bastante a tu rabia, no deberías confiar solamente en ella…- Chasqueo la lengua, -Yo tu entrenaría algo de artes marciales… Si tuviera tiempo, ¡Claro!- agregó levantando a Rony, para verle el rostro.

Fue algo súbito. Solamente el rostro de Rony sufrió la metamorfosis, y surgió un rugido intenso de sus fauces. Tan vigorosa fue la onda de sonido que el individuo lo soltó y voló por el aire similar a un trozo de papel, los oídos de este brotaron ríos de sangre, además de darse duramente con la pared superior del gimnasio y la atravesó como si nada.

El suceso había alertado a todos, en pocos minutos aparecieron los representantes pertinentes y luego los militares. Todos ellos encontraron los cuerpos de los chicos desmayados con las heridas infligidas, pero el que se veía peor de todos era Rony, su cara y cuerpo daban señales de haber recibido los daños de un banda entera.



 


El siguiente capítulo será publicado el sábado que viene

 


Entregas anteriores

1.Prefacio 2. La primera transformación parte 1
3. La primera transformación parte 2 4. La primera transformación parte 3
5. La primera transformación parte 4 6. La primera transformación parte 5
7. La primera transformación parte 6 8. ¡Ser o no ser héroe!, parte 1
9. ¡Ser o no ser héroe!, parte 2 10. ¡Ser o no ser héroe!, parte 3
11. ¡Ser o no ser héroe!, parte 4

Fuente
Imágenes editadas con Canvas y Picsart. La primera foto propia, las demás con sus respectivas fuentes y el separador hecho en Illustrator y Photoshop


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